¿Por qué tenemos que soportar y pagar la egolatría de un funcionario como lo es el Dr. Jiménez?

Un amigo de este blog escribe una contribución interesantísima que reproduzco a continuación, mandándole un abrazo por poner tiempo y cerebro en esto.

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Hace algunos días, El Dr. Gerardo Jiménez fue el centro de atención de todos los medios de comunicación al anunciar con bombo y platillo ¡¡¡Que ya teníamos un mapa del genoma mexicano!!! Vaya, esto habría sido noticia si no tuviéramos el antecedente de que tal “novedad” ya había sido anunciada desde hace un par de años por el propio Dr. Jiménez quien desde 2005 ocupa el cargo de Director General del Instituto Nacional de Medicina Genómica. Dicha noticia fue publicada en el prestigiado diario Reforma, a nivel nacional.
A la par, nuestro país por primera vez en su historia fue el centro de atención mundial al enfrentar antes que ninguna otra nación un contagio generalizado del VIRUS DE LA INFLUENZA HUMANA, aquí cabe preguntarnos ¿Qué hizo al respecto el Instituto Nacional de Medicina Genómica cuya actividad DEBIÓ SER FUNDAMENTAL en la investigación de este nuevo virus?. Con el anuncio del Dr. Jiménez nos queda claro que no hizo absolutamente NADA.
¿Acaso el refrito de la noticia tiene como finalidad tender una cortina de humo en torno a las actividades del INMEGEN y “justificar” la falta de resultados ligada al fracaso de la puesta en marcha de su edificio sede?
Dicen quienes conocen a este personaje que desde el inicio de la construcción del edificio de Tlalpan, Gerardo Jiménez ha sofisticado su modo de vestir al grado de usar trajes cuyo costo supera (con mucho) los $50,000.00; evidentemente el sueldo de un servidor público de su nivel no da para este y otro tipo de lujos, pero mientras eso sucede, el edificio permanece cerrado, deteriorándose por la falta de mantenimiento y sin resolverse los motivos que ocasionaron su cierre.
Auditorías van y vienen y los únicos paganos son como siempre funcionarios de nivel inferior quienes a fin de cuentas obedecen a los caprichos e instrucciones de sus superiores cubriendo cual escudos humanos los intereses oscuros de servidores públicos.
Resulta preocupante y más ante las muestras de corrupción que se han puesto de manifiesto en nuestra política nacional, que no exista la adecuada vigilancia en el manejo de los recursos públicos, de nada sirven las declaraciones patrimoniales de los funcionarios que sólo son investigados cuando existe denuncia en su contra, señores, no necesitamos un denunciante cuando es posible observar que existen irregularidades en el manejo de instituciones como el INMEGEN, aquí todos han tenido la culpa menos el funcionario que ha sido la cabeza desde el inicio de este proyecto por lo que seguiremos preguntándonos ¿Hasta cuando el pueblo de México deberá soportar que sus Servidores Públicos sean irresponsables en cuanto a sus decisiones y el mal uso del dinero público?
En su elefante blanco, se han instalado lujos innecesarios que más que atender a las necesidades de Salud Pública para las cuales fue concebido, se vislumbra que en el mismo existen instalaciones cuya finalidad es satisfacer los deseos personales de tan cuestionado personaje como es un área exclusiva de más de 1,000 m2 incluyendo un elevador para su uso personal y los acabados mas caros que pudo encontrar, ¿será que su mapa genómico es diferente al del resto de los mexicanos?
La inoperancia del inmueble constituye el derroche del patrimonio de todos los mexicanos, pues representa una inversión de más de 1000 millones de pesos y 45,000 m2 de construcción!!!!!!!, paradójicamente los descubrimientos sobre el mapa del genoma mexicano fueron obtenidos en tan solo 3,500 m2 que es la superficie que actualmente ocupa el INMEGEN, lo cual nos lleva a concluir ¿Porque tenemos que soportar y pagar la egolatría de un funcionario como lo es el Dr. Jiménez?
Es de subrayarse el hecho de que tan ilustre científico debió ahorrarle al ya de por sí paupérrimo presupuesto federal 2009, la necesidad de que el virus de la influenza tan en voga hoy en día, debió de haberse estudiado con toda acuciosidad en los laboratorios del INMEGEN, sin necesidad de que el presidente Calderón hubiese tenido que recurrir al estudio los mismos pagando cuantiosas cantidades de dólares a laboratorios extranjeros.
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Justo es así, la reacción a querer gritar ¿por qué tenemos, de veras? Y después de haberlo visto como pavorreal en la tele, el cinismo tal ante todo lo malo que se ha hecho y todo lo bueno que se esperaba que se hiciera y nomás ni sus luces. Pero eso sí, un elevador para su uso personal...