Llegó otro mensaje lúcido que busca aclarar la historia de la creación del INMEGEN, en el contexto de la nota de Daniel Lizárraga en Proceso. Lo publico aquí agradeciendo que lo hayan enviado a este blog pero con la esperanza de verlo publicado pronto en un medio periodístico formal (el propio Proceso, por ejemplo).
El énfasis en negritas es mío y no de los autores.
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Si bien es cierto que en su momento hubo cierta oposición a que se llevara a cabo investigación en células madre de embrión humano en el instituto que se iba a crear (INMEGEN), también lo es que en la votación en la Cámara de Diputados de ese día el PAN con su voto apoyó la iniciativa, los datos lo demuestran; 438 votos a favor, uno solo en contra y 14 abstenciones (tanto del PAN como del PRD). Creo que se pierde de vista que el PAN no estaba en contra de la creación del INMEGEN, como tampoco lo estaban el PRI o el PRD, ese no era el punto, el único asunto controvertido era la investigación en dichas células, pero como en toda democracia moderna era una posición de algunos legisladores, muy respetable, independientemente de estar de acuerdo o no con este tipo de investigación. Otro punto de vista de legisladores del PRD, ese mismo día, también respetable, era que en lugar de crear un elefante blanco se debería apoyar a los científicos mexicanos que ya trabajaban en la materia y destinar los escasos recursos a instituciones como la UNAM y otras que contaban ya con avances y un trabajo previo e importante en el tema.
La nota sugiere que el INMEGEN no ha recibido apoyo y por eso no se han concluido las instalaciones definitivas del Instituto. Por el contrario, el apoyo de los gobiernos del PAN ha sido muy significativo, con una aportación de recursos sin precedentes para el proyecto de $1,300,000,000 (mil trescientos millones de pesos aproximadamente) hasta la primera mitad de 2008. Incluso las instalaciones ultramodernas con que cuanta actualmente el instituto son parte de este apoyo. Entonces, no existen “resistencias” como se menciona en dicha nota periodística, por el contrario lo que se ha dado es un apoyo total.
El porque Jiménez Sánchez en la referida nota evita hablar sobre los problemas de la construcción, se debe a que él es parte del problema. En solo las auditorias que cubren los periodos de 2006 y 2007 existen diversas irregularidades como anomalías en los procesos de adjudicación, contratación, control, ejecución, pago y entrega del proyecto. Obra pagada en demasía, pagos indebidos, irregularidades en el proyecto ejecutivo, pagos anticipados y excedentes, obra pagada anticipadamente sin realizar, irregularidades en bitácoras, deficiencias en los registros contables, incremento irresponsable en el costo de la obra. Por su parte la Auditoría Superior de la Federación señala diversas irregularidades en 33 observaciones con un monto por aclarar de 323 millones de pesos. Existe una auditoría técnica, que también señala diversas irregularidades y donde se menciona que existe un posible daño patrimonial por 133 millones de pesos aproximadamente. Habría que preguntarle al Director General del Inmegen ¿por qué en su momento no se sancionó a ninguna constructora y no se cobró ninguna fianza a las empresas faltistas? Además, existe un estudio técnico de la UNAM que concluye daños estructurales en la construcción, lo que se mantiene muy callado. Todo esto se ha dado bajo la supervisión estricta y ordenes de Jiménez Sánchez. Derivado de esto se inhabilitó por diez años al Director de Administración, Mario Campesino y por quince al Arq. Orso Nuñez. Resulta por demás sospechoso que el PRD, al conocer de este asunto no siguiera adelante con el Punto de Acuerdo que solicitó el Senador Castañón para investigar a Jiménez Sánchez y estas irregularidades.
La genómica será una herramienta de diagnóstico importante en el largo plazo, sin embargo, el artículo científico que tanto ha sonado en los medios sobre el mapa del genoma de los mexicanos, es un artículo al que hay que darle su debida dimensión, y no utilizarlo, como ha sido el caso, para cubrir los errores administrativos y la poca productividad científica que se da en el INMEGEN. El artículo que tanto revuelo ha causado, fue rechazado por las principales revistas científicas en el tema como Nature Genetics o Genome Research debido a que no aportaba nada relevante o extraordinario para la ciencia, es decir es un estudio que muestrea una pequeña parte de la población, trescientos individuos, además de estudiar un numero muy pequeño de polimorfismos, cien mil de 12 millones, es decir, no son datos de utilidad real que deriven en diagnósticos clínicos, para ello se necesitan estudios masivos de casos y controles, formar historias clínicas de miles de pacientes (cohortes) y sobre todo científicos de alto nivel. Para que esas revistas reciban un artículo se necesita, por lo menos, analizar millones de polimorfismos, y no cien mil como el estudio del INMEGEN. Entonces, si los medios de comunicación realmente se informaran, se darían cuenta que con dicho artículo científico “no sacudieron a la comunidad científica internacional”. Que somos una mezcla de grupos indígenas, europeos y algo de africanos difícilmente puede ser considerado un gran descubrimiento. El discurso tan repetitivo de Jiménez Sánchez, causa ya risa involuntaria en la comunidad científica nacional.
El discurso de la ciencia vende bien, y sobre todo si se pregona que la investigación en medicina genómica será la solución a todas las enfermedades de los mexicanos y ahorrará mucho dinero en el gasto de salud. Ambos argumentos muy atractivos, todos deseamos que esto fuera realidad, pero no lo es. Se pierde de vista la manipulación a la que están sujetos los medios de comunicación y la sociedad que no conoce el tema, además de soslayar el interés perverso de buscar el poder por el poder en la ciencia y en el sector salud.
Aprovecharse del tema de la influenza y promoverse en este contexto con el mapa del genoma no es ético. Entonces, cabe preguntarse ¿quién es el oportunista? ¡por favor medios de comunicación y autoridades abran los ojos!
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