Una cola más larga que la de un cometa

Un buen amigo del blog nos envía la siguiente nota. No sólo hay datos concretos sino también la visión de por qué varios nos molestamos en denunciar todo esto, por qué la situación nos crispa como lo hace. Gracias al autor.

Alabar no es comprar; lastimoso es el caso de aquéllos que, ayunos de mérito, andan comprando voluntades con moneda de aplauso, como lamentable es la conducta de quienes sólo se ameritan para ser alabados.
La alabanza es frágil flor pasajera, humillante discurso, si no acierta a decirse a hombres de mérito, porque quien alaba sin medida o elogia sin justicia, se burla de sí o del hombre alabado.
¿Cómo puede el Dr. Gerardo Jiménez Sánchez, Director del Instituto Nacional de Medicina Genómica pretender que se le rinda culto, cuando tiene una cola más larga que la de un cometa, ¿o que acaso supone que mediante algún descubrimiento genial (que ha sido materia de cuestionamiento en la comunidad científica), podrá borrar o desaparecer las innumeras irregularidades de la obra pública que albergará al Instituto Nacional de Medicina Genómica mismo que ha sido construido bajo su dirección, y que las mismas puedan desaparecer por arte de magia?
Esto lo decimos porque, de fuentes fidedignas, obtuvimos información de ciertas notas mediante las cuales desde el 11 de septiembre de 2007, la entonces Gerencia de Proyecto que participó en la Construcción del edificio sede del INMEGEN, puso en conocimiento del Arq. Orso Núñez Ruiz Velasco, quien se desempeñaba como Residente de Obra, la mala calidad de las conexiones de la estructura prefabricada, en base a los Estudios, Pruebas y Recomendaciones efectuadas por el Instituto de Ingeniería de la UNAM y dicha información fue de la misma forma transmitida al Dr. Gerardo Jiménez, sin que tales funcionarios se hubiesen dado a la tarea de exigirle a la empresa responsable de la Construcción de la Estructura Prefabricada y Metálica que reparara dichas anomalías, salvaguardando, quien sabe que tipo de intereses con su silencio.
Incluso, hay documentos que prueban que desde la presentación de la estimación número 2, correspondiente al Convenio C-6 de la Contratista CIMSA (responsable de las estructuras metálica y prefabricada), la propia Gerencia de Proyecto ordenó la aplicación de diversas deductivas por mala calidad y trabajos no ejecutados, mismas que jamás fueron aplicadas por la condescendencia dolosa y corrupta del Residente de Obra y el Director del Instituto.
También es significativo para poder calibrar la profundidad de su censurable conducta, que aún cuando ya había concluido con exceso el tiempo concedido a la empresa referida para que hiciera entrega de los trabajos objeto de su contrato, nunca se presentaron al recorrido de verificación de Obra Física y ello desencadenó una serie de problemas en cascada con el beneplácito de los funcionarios aludidos.